El
02 de enero de este nuevo año, después de la participación de los dos
predicadores que normalmente participan en los cultos ordinarios, se puso de
pie un tercero, de todos es de conocimiento que se trata de hacer algún anuncio,
los cuales llaman nuestra atención porque de ahí depende el que ese anuncio
tenga el efecto deseado. Cuando uno no ha ido a un culto en el que se ha
anunciado algo y al finalizar el culto todo mundo se dirige a hacer lo que ya
estaba anunciado, uno queda como pensativo y comienza, hasta en tono de cierta
pena a preguntar ¿de qué se trata esto? Lo primero que nos contestan en forma
de broma es: “¿Ah, es que no viniste al culto (tal) día verdad?” Y bueno, ya
nos ponemos al tanto.
Eso
fue lo que paso al ponerse de pie el tercer predicador que les comentaba, quede
muy atento a lo que decía y bueno, me invadió un sentimiento extraño al
escuchar lo que anuncio, y fueron estas las palabras: “Hermanos, el día domingo
05 de enero, les pedimos la segunda colaboración de víveres para los
necesitados, ya que la anterior provisión se agotó, y los víveres se pueden
agotar, pero las personas que las necesitan aun las tenemos entre nosotros. Recordemos
que esta ayuda es para las personas necesitadas, que realmente no tienen quien
les ayude ni pueden valerse por ellas mismas.” Además el hermano hizo una aclaración
muy especifica: “Y que quede claro, esto es únicamente para las personas que
realmente lo necesitan y que no tienen quien por ellos, les aseguramos que
tomamos muy en cuenta todo, y no se le da a las personas que tienen hijos que
pueden trabajar y les pueden ayudar”. Hasta aquí lo que el hermano explicó.
Hoy
05 de enero, fui como a las 11 de la mañana a local que ocupa la iglesia para
ver como se estaba desarrollando la labor encomendada, y mi sorpresa fue muy
grande, muy alentadora y de verdad que se siente muy bonito comenzar a ver
todas las pequeñas bolsitas con comida, algunas con bastante, otra con poquito,
pero que entre todas se logro hacer una buena cantidad de alimentos, pues fue necesario
que el carro que tiene la iglesia para trabajo, un pick up paila larga hiciera
dos viajes para lograr movilizar toda la comida hacia el lugar donde se guarda y
se reparte a los necesitados.
¿Por qué encuentro necesario datar este día? Bueno,
muy simple, es para que veamos que cuando se quiere ayudar, se puede. Pude ver
algunas bolsitas que solo contenían algunas bolsitas de café con algunas
cajitas de fosforos, no se quien las entrego, pero seguro que cuando se una con
una o más cosas, a la persona que se le entregue, claro que lo va agradecer. Muchas
veces nosotros no reparamos en las pequeñas cosas que están a nuestro alrededor
y miramos con desprecio alguna comida, quizá porque ya hemos comido de lo mismo
en el almuerzo y no “podemos” cenar con lo mismo. O muchas veces renegamos
porque se come incluso, de lo mismo dos veces a la semana.
Estos son niños voluntarios que ayudan a movilizar los víveres |
Pero
nosotros, dentro de nuestra comunidad tenemos gentes, ancianos que no pueden
trabajar, que desearan comer de esa comida por lo menos, pero que no les falle
por una semana consecutiva. Es increíble, pero a veces, los zapatos que
nosotros desechamos por arrogancia, porque creemos que no va con nuestro “Status”,
esos zapatos pueden ser el estreno de estas personas que no tienen ni para
tomarse una tasa de café y un pan. Nuestros niños muchas veces tiran los
juguetes viejos, o aun más, he visto como los quiebran ante la mirada de
indiferencia de los padres, juguetes que tienen tanto valor económico como para
quitarle el hambre a una persona pobre por una semana. ¿No creen que Dios nos
esta dando la oportunidad de ser buenos, de dar lo poco que no podemos utilizar
a los pobres? ¿No creen que algún día nos pueda llamar y preguntarnos que hemos
hecho por los necesitados y que hemos hecho con la bendición que le nos ha
dado? No da solo el que tiene o puede, da el que tiene un corazón manso y
temeroso a Dios, les aseguro que es mejor que nos pidan, a que Dios nos ponga
en el lugar desde donde se pide. Hagamos una reflexión, y preguntémonos si Dios
nos ha bendecido y si podemos ayudar con un poco de lo mucho que él nos da.
Este es el carro con el que trabaja la Iglesia, y de estos fueron dos viajes de provisión |