En este punto, nos etretendremos un poco, ya que aqui encontramos una historia muy relevante para nuestro pueblo, familias y amistades.
Aqui en La Cumbre nacimos todos (o en su mayoria) los que tenemos mas de 30 años, es decir, todos los de la decada de los 70's, pues, se mantuvo el pueblo establecido en ese lugar por un lapso aproximado de 14 años, hasta que se encontraron problemas grandes como ser la falta de empleo o tierras suficientes para la agricultura, principal fuentes de ingresos al cual se dedica la comunidad hasta la fecha.
Haciendo un poco de historia
Las primeras familias, fundadoras directas de ese lugar, un equivalente por así decirlo, al abuelo de El Nuevo Sinaí, partieron de Catacamas, departamento de Olancho, un 23 de Enero de 1963, un aproximado de 100 personas en tres camiones, llegando a Tela el 25 de ese mismo mes, donde se alojaron en unos vagones del tren de la compañia (Standard Fruit Co.). Ahi permanecieron cinco días, hasta que encontraron ayuda para trasladarse en tren hasta La Masica, llegando un 27 o 28 de ese mes.
Eran pues, las jefes de las familias que viajaban las siguientes:
Balbino, Natividad y Félix, de apellido Zúniga, Roberto Raudales, Luis Hernández, todos con sus respectivas familias, ademas de estos, viajaba un joven como de unos 16 años, Marcos Hernández, que es el que ahora me narra estos hechos de un valor incalculable.
Tras su llegada a La Masica, comenzaron a alquilar cada quien donde pudo, y posteriormente, por medio de un viejo amigo del señor Balbino Zúniga, se trato un terreno para vivir todos juntos, como comunidad, y este señor, de nombre Melito Madrid, les dio el terreno con el convenio que se lo pagara cuando pudieran, asi es como nace como comunidad La Cumbre.
Salida hacia Colón
Los primeros viajes se
hicieron en Octubre o Noviembre del 1979, y así sucesivamente hasta principios
de 1980. En esta imagen se pueden ver algunos niños que hoy son padres de
familia, y los jóvenes, hoy son abuelos, algunos de los adultos aun los tenemos
con nosotros.
Los viajes no eran nada
lujosos, pues para aquellos dorados tiempos, no existía esa cantidad de autos
con los q ahora se cuenta en Sinaí. Para realizar esa famosa movilización, se
consiguieron volquetas de la municipalidad y al parecer algunos camiones
posteriormente. A esto hay que agregar que para ese tiempo, la carretera era de
tierra, y el viaje, solo de La Ceiba a Sinaí, significaba más de 10 horas de
camino.
Cierto es que no fue fácil
olvidarse de este lugar, según cuentan mis amigos mayores. Se contaba con un
rio muy bonito(El Rio Cueros), de aguas totalmente cristalinas y en algunos
lugares muy profundas, con grandes piedras que servían de trampolín a los más
valientes que desafiaban a capela las alturas desde las grandes rocas apostadas
a las orillas.
Cuentan que la cantidad y
variedad de peces era impresionante, tanto así, que se convirtieron los
pobladores en audaces nadadores y pescadores, pues había tanto que pescar, que
era una bendición adentrarse en aquellas aguas, y hasta las mujeres cuentan,
que mientras lavaban ropa, ponían botellas con masa de maíz en su interior para
atrapar peces de pequeño tamaño, que todos sabemos lo que son de sabrosas esas
“sardinas secas o fritas”, parece que no tienen espinas, pues no se desperdicia
nada.
Yo no pude disfrutar de ese
rio, y solo he tenido la oportunidad de visitarlo en contadas ocasiones, pero
es de una belleza superlativa, de hecho, el departamento de Atlántida se
caracteriza principalmente por eso, su belleza costera, sus montañas y ríos,
haciéndolo uno de los departamentos más bonitos(para mí el mas) de nuestro
país.